EL ABUELO
EL ABUELO
-Hola, abuelo, como estás.
-Estoy mal, hijo, no me encuentro bien. Siento como si un huracán avanzara desde los pies hacia la cabeza, que lo arrasa todo. Me temo que si prosigue avanzando, el final está próximo.
-No digas eso, abuelo.
-Si hijo, sí, yo me puedo equivocar, pero a ti no te puedo mentir. Sabes muy bien que tú eres mi nieto preferido, mi confidente, mi amigo del alma. Hemos hecho mucho camino juntos montando a Azabache y a Paloma. Es el mejor de los recuerdos que me llevo a la otra vida. Dame la mano, hijo, quiero pedirte que cuides mucho de ellos y les das un beso de mi parte. También quiero que le des recuerdos a los almendros, a los frutales, a los olivos, y les dices que pueden dormir quinquilos, que ya no volveré a darles más veneno para beber. ¿Pero sabes, hijo? Tú eres lo que más siento perder de éste miserable mundo.
-No te preocupes, abuelo, que no te pasará nada y todo volverá a ser igual que antes.
-No, hijo, no. Creo ya he bebido el último cáliz de amargura, ahora todo depende de un suspiro, de un latido del corazón, de una firma que certifique que ya no pertenezco el reino de los vivos.
-Abuelo, abuelo, por favor, no te vayas. Abuelo, no te vayas, quiero decirte lo que nunca te dije. Abuelo, ¿me oyes? Quiero decirte que te quiero con toda la fuerza de mi corazón. Ya no me oye, ya no está mi abuelo, soy un miserable.
Goreño
-Hola, abuelo, como estás.
-Estoy mal, hijo, no me encuentro bien. Siento como si un huracán avanzara desde los pies hacia la cabeza, que lo arrasa todo. Me temo que si prosigue avanzando, el final está próximo.
-No digas eso, abuelo.
-Si hijo, sí, yo me puedo equivocar, pero a ti no te puedo mentir. Sabes muy bien que tú eres mi nieto preferido, mi confidente, mi amigo del alma. Hemos hecho mucho camino juntos montando a Azabache y a Paloma. Es el mejor de los recuerdos que me llevo a la otra vida. Dame la mano, hijo, quiero pedirte que cuides mucho de ellos y les das un beso de mi parte. También quiero que le des recuerdos a los almendros, a los frutales, a los olivos, y les dices que pueden dormir quinquilos, que ya no volveré a darles más veneno para beber. ¿Pero sabes, hijo? Tú eres lo que más siento perder de éste miserable mundo.
-No te preocupes, abuelo, que no te pasará nada y todo volverá a ser igual que antes.
-No, hijo, no. Creo ya he bebido el último cáliz de amargura, ahora todo depende de un suspiro, de un latido del corazón, de una firma que certifique que ya no pertenezco el reino de los vivos.
-Abuelo, abuelo, por favor, no te vayas. Abuelo, no te vayas, quiero decirte lo que nunca te dije. Abuelo, ¿me oyes? Quiero decirte que te quiero con toda la fuerza de mi corazón. Ya no me oye, ya no está mi abuelo, soy un miserable.
Goreño
12 comentarios
Goreño -
Octavia -
Goreño -
NOFRET -
Sólo que me ha confundido un poco el diálogo, creo que has puesto guiones de diálogo como si cambiara la persona que está hablando, pero es el abuelo el que dice la mayor parte.
Es decir, desde que el nieto dice "no digas eso, abuelo" hasta que dice "no te preocupes, abuelo...." todo lo que está entremedio lo dice el abuelo, no es diálogo.
¿verdad?
Goreño -
Octavia -
Goreño -
Merche -
Seguro que ese abuelo oyó a su nieto, el oído es el último sentido que se pierde.
Un beso
Goreño -
Goreño -
Perro Callejero -
Saludos.
Cerro -
Un abrazo.